Consecuencias del Covid-19, el caso de Sofía

Me llamo Sofía y tengo 36 años. Soy de Chiclana de la Frontera, casada, madre de dos hijos y ex concursante de La Báscula con el Equipo de Las Mellis hace cuatros años. Perdí mucho peso durante mi estancia en el programa y seguí manteniéndome, sin embargo, el confinamiento ha tenido unas consecuencias para mi salud que hoy quiero contar.
Entrar en el programa suponía una nueva vida para mí, porque hasta entonces la obesidad me impedía hacer las tareas y actividades que cualquier persona realiza sin dificultad en su día a día. Hubo situaciones muy duras, como cuando llegaba una fiesta en el colegio de mis hijos y yo inventaba cualquier excusa para no ir, dejando a mis hijos en casa. Me superaba la vergüenza de ser observada por la gente.En La Báscula me enseñaron de todo. Y estoy por ello muy agradecida a los asesores y al equipo del programa.
pedir ayuda ha sido uno de los mayores aprendizajes para mí
Alejandra me llevó un día a la piscina de un hotel y me metió con una colchoneta que se iba hundiendo a medida que me acercaba al centro de la piscina tirada por una cuerda. Yo no sabía nadar y no reaccionaba, entonces aprendí que había que pedir ayuda, que no es malo y que hay personas que se preocupan por nosotros.
ver la imagen de mi cuerpo invadido por la grasa me impactó
Recuerdo que Paloma nos llevó a una clínica para medir la grasa que teníamos cada una del equipo. Cuando me enseñó la imagen de mi cuerpo invadido por la grasa me dejó totalmente impactada e impresionada. El sentido del humor de Javier hizo que me interesara por aprender a comer. Dani nos llevó a Santa Ana, el punto más alto de Chiclana. Fue muy duro, pero llegamos a la cima. Ahí supe que cualquier cosa que me propusiera la iba a conseguir.
conseguí cosas en mi vida que nunca hubiera imaginado
Perdí bastante peso y seguí mi rutina de deporte, llevando una vida saludable, feliz con mi familia. Nunca olvidaré aquella fiesta del pueblo en la que por primera vez me monté en una atracción con mi hijo y vi esa carita llorando de alegría porque no se creía que estaba con él. Ahora me doy cuenta de que todo lo que he vivido con ellos es una experiencia única.
mi hijo lloró de alegría al poder compartir conmigo momentos de diversión
Hasta que llegó el confinamiento el 13 de marzo. La gente corría, los supermercados desabastecidos, noticias alarmantes… Estuve sin salir de casa hasta el 6 de junio. Al principio bien; hacia las tareas diarias, deporte e incluso bailaba. Pero a medida que fueron pasando los días me hundí. Me sentía rara, como si ya no fuera yo. Tenía ansiedad, nerviosismo y estaba cada vez más sedentaria. Todo se volvió monótono, además me sentí agobiada conviviendo en mi piso de 75 m los cuatro miembros de la familia.
me sentía rara, como si no fuera yo
Aunque yo me decía: «estoy bien», me engañaba, porque no era así. Me di cuenta cuando permitieron que los niños salieran a determinadas horas. Mi niño de 10 años quería salir y yo le decía: «que vaya tu padre contigo». Cada vez que me asomaba a la calle las piernas me temblaban, me ponía a llorar y también cogí peso. Me sentía muy mal y tuve que recurrir a la doctora que me recetó unas pastillas para poder afrontar la situación
mi estado de ánimo me llevo a encerrarme y coger peso
Tuve un empeoramiento cuando mi marido empezó a trabajar nuevamente fuera, cogí miedo porque ahora era yo la que tenía que salir y coger las riendas de la casa. Todo se me volvió negro, pero poco a poco lo fui consiguiendo. En junio me llamaron para trabajar, mi marido me animó y no me lo pensé. Todo empezó a ir muy bien, comencé a reducir la medicación, mi autoestima mejoró y volví a ser yo misma. Tomé mis precauciones, me liberé del miedo y empecé a bajar de peso.
la situación actual me produce altibajos pero pido ayuda, no me abandono
Pero hubo un positivo en el trabajo, me hicieron las pruebas y salió negativo, sin embargo volvieron los nervios y temores. Pero pedía ayuda: llamé a Alejandra y me planteó que escribiera todo lo que en estos momentos estoy viviendo. No quiero volver atrás, quiero ser yo, esa que llegaba como un polvorín a plató. Me despido, voy hacia adelante, sabiendo que me quedan días mejores por vivir.
Sofía que pedazo de testimonio el tuyo, un gran ejemplo de valentia y tesón. Me alegro de haberte visto, sigue así campeona
Como me alegra que hayas podido salir de todo esto que hemos pasado todos. Yo no puedo, me he encerrado, he cogido más de 10 kilos y ya me sobraban 20, y ahora no paro de llorar en la cama todo el día. No puedo. Deseo tener tu fuerza. Un beso muy grande, ánimo
Hola padezco obesidad desde chica, desde chica desde los 8/10 años. Me trate a los 14 con una nutricionista y en 2 años logré mi peso ideal. Todo iba a bien hasta que me fui a estudiar, no me hice el tiempo para poder hacer actidad física y hacer mis comidas. Intetente retomar mil vecess a veces lo logre, pero siempre vuelvo a mi peso e incluso mas. Cómo mucho cuando estoy propasada por la universidad, como para instarme a estudiar a terminar tal capítulo . … por momentosi tiro la toalla pienso que mi cuerpo no tiene solución
Hola Luna, el irte a estudiar fuera y tener que hacerte cargo, por ejemplo, de las comidas requiere que tengas una nueva organización en tu vida. Hay que saber priorizar, y en tu caso la salud veo que al ser una preocupación para ti debes darle el lugar que merece dentro de todas las actividades de tu día a día. Un abrazo