Libro

La prevalencia del sobrepeso y la obesidad es actualmente la más alta en la historia de la humanidad a pesar de todos los productos, ayudas y alternativas que nos ofrece el mercado. No hay que olvidar que 9 de cada 10 personas que consiguen perder peso vuelven a recuperarlo.

Si preguntamos a una persona con obesidad el número de  dietas realizadas y gimnasios visitados a lo largo de su vida, es probable que haya perdido la cuenta, sin embargo, rara vez escucharemos decir que acudió a un profesional de la psicología como complemento al tratamiento. Y es que la ingesta de alimentos está motivado por otros muchos factores que nada tienen que ver con la nutrición y que, de no modificarse también, harán muy difícil que la persona sea capaz de limitar el consumo de calorías.

En este libro, tratamos uno de los principales aspectos que influyen en el comportamiento alimentario: los estados emocionales. Es por ello que en muchas ocasiones comemos  para cambiar nuestro estado anímico (aburrimiento, tristeza, ansiedad, sentimientos de culpa), en estos casos la comida no sólo tiene un significado fisiológico, sino también emocional; ya no se  come en busca de nutrientes, sino para llenar vacíos afectivos.

no hay que cambiar de dieta, hay que cambiar de vida

Pero también hay determinadas actividades y hábitos asociados al acto de comer que favorecen el aumento de peso. Tómese como ejemplo ir al cine y comer palomitas,  merendar siempre con el mismo dulce,  no establecer horarios fijos para las comidas o ingerir los alimentos a gran velocidad, todos ellos  responsables de un mayor consumo de calorías (muchas veces sin hambre) y por ende del aumento de peso.

Por último, la obsesión imperante en nuestra sociedad por el culto al cuerpo, en especial por la delgadez es ejercida en una sociedad donde los productos ultraprocesados están fácilmente disponibles, mientras que las oportunidades de realizar trabajo físico y gastar energía han disminuido. La publicidad nos incita a ingerir estos productos a la vez que fomenta el culto al cuerpo y todo ello en un ambiente obesogénico.

La segunda parte de este libro se corresponde con varias secciones de consejos prácticos donde se aportan una serie de pautas que deben instaurarse  para conseguir no sólo la pérdida de peso, sino también el mantenimiento del peso saludable. Así mismo se plantean posibles situaciones de riesgo y la manera de afrontarlas o en su caso prevenirlas.

en ocasiones no se come en busca de nutrientes,
sino para llenar vacíos afectivos

El fin último de nuestro libro es concienciar a las personas que perder peso no depende de una u otra dieta, sino  de adoptar un estilo de vida saludable que dure de por vida. Para ello hemos sacado a la luz muchos aspectos que van más allá de la nutrición y de los que no somos conscientes, aspectos que la obesidad esconde.