Tres, dos, uno… ¡cambio!
Cuando tomamos la decisión de iniciar un estilo de vida saludable, debemos tener en cuenta una serie de aspectos para que la pérdida de peso pueda instaurarse de manera adecuada. Hay que tomar conciencia sobre el objetivo que queremos llevar a cabo y estar preparados para abordar cualquier tipo de obstáculos en nuestra andadura hacia el peso saludable.
El convencimiento. Mucha gente pretende perder peso porque sus familiares o el médico le regañan, le crean el compromiso o simplemente porque se acerca la operación bikini. Si no estás convencido de que perder peso y adquirir hábitos saludables tiene que ser una prioridad para ti, volverás a reincidir en otro intento fallido. Ahora bien, eres tú quien elige cambiar de vida, aunque la decisión en un principio obedezca a motivos médicos, estéticos o de cualquier otra índole.
la decisión de cambiar debe ser elegida por ti
El respeto. La obesidad es una enfermedad, y por tanto, la persona que la padece debe ser tratada con el mismo respeto que los pacientes aquejados por otro tipo de patologías extendidas en nuestra sociedad. El respeto debe empezar por ti mismo; evitando hacer bromas y burlas sobre tu aspecto físico o descontrol alimentario.
Por desgracia la estigmatización social que existe sobre la obesidad hace que muchas personas no se valoren y tengan dificultades para afrontar la pérdida de peso de forma efectiva y saludable.
el cambio también implica hablarte con respeto
Es fundamental que dejes de criticarte y menospreciarte continuamente por tu imagen corporal. Sé amable con tu cuerpo y comienza a cuidarlo, obsérvalo en el espejo sin críticas y adórnalo desde el primer día que empieces con tu cambio de hábitos; cuida tu pelo, tus uñas, hidrata tu piel o actualiza tu vestuario. Compra ropa que puedas ir adaptando a medida que pierdas peso.
el cambio no es temporal, debe ser de por vida
No puedes esperar a llegar a una determinada talla para empezar a valorarte y disfrutar de tu nuevo estilo de vida, hazlo desde el primer día. Debes considerarte una persona valiosa independientemente de tu peso.
La tolerancia. Criticarnos por no haber conseguido un reto, lejos de ayudarnos a continuar puede desencadenar una pérdida de control sobre la ingesta. En este caso, al problema inicial sumaremos otro nuevo: fustigar nuestra autoestima por no haber sabido controlarnos. La pérdida de peso es un proceso progresivo, donde es importante valorar el cambio de hábitos que vas consiguiendo, no sólo la pérdida de peso.